Campylobacter: Prevención y Tratamientos

Campylobacter es una bacteria que se encuentra en los intestinos de muchos tipos de animales y es la causa bacteriana más común de la enfermedad diarreica.

Las infecciones por Campylobacter son igualmente comunes en hombres y mujeres, y es más probable que los bebés y los niños en el grupo de 0 a 4 años de edad se vean afectados. Se ha encontrado que es más frecuente durante los meses de verano. Las infecciones por Campylobacter suelen ser leves, pero pueden ser mortales en niños muy pequeños, personas de edad e individuos inmunodeprimidos.

¿Cómo puedo estar expuesto a esta infección?

La infección por Campylobacter se propaga principalmente en animales y humanos. En animales, Campylobacter puede aislarse de una amplia gama de animales sanos como gatos y perros domésticos, aves, ganado, cerdos, aves de corral y cabras. Puede propagarse fácilmente de un animal a otro a través del contacto con las heces infectadas o a través de un suministro de agua común. Las personas pueden infectarse por el consumo del organismo en pollos y cerdos poco cocidos, agua contaminada, leche no pasteurizada y por contacto con animales domésticos o de granja infectados. Aunque las aves de corral se consideran una fuente importante de infección humana, los huevos generalmente no están contaminados con Campylobacter.

¿Cómo puedo saber si tengo una infección por Campylobacter?

Los primeros síntomas de la enfermedad suelen aparecer entre 2 y 5 días después de la infección, pero el periodo puede oscilar entre 1 y 10 días. Los síntomas clínicos más frecuentes de las infecciones por Campylobacter son diarrea (frecuentemente sanguinolenta), dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos, y duran por lo general de 3 a 6 días. La muerte por campilobacteriosis es poco frecuente y suele ocurrir sólo en pacientes muy jóvenes o de edad avanzada, o bien en aquellos que ya padecen alguna otra enfermedad grave, como el sida.

También se han observado, con diverso grado de frecuencia, complicaciones como bacteremia (presencia de bacterias en sangre), hepatitis, pancreatitis (inflamación del hígado y el páncreas, respectivamente) y abortos. Entre las complicaciones posteriores a la infección figuran la artritis reactiva (inflamación dolorosa de las articulaciones que puede durar varios meses) y trastornos neurológicos como el síndrome de Guillain-Barré, una forma de parálisis semejante a la poliomielitis que puede provocar disfunción respiratoria y neurológica grave, e incluso la muerte, en un reducido número de casos.

Generalmente no es necesario tratamiento, excepto la reposición de líquidos y electrolitos. El tratamiento antimicrobiano está recomendado en casos invasivos (cuando las bacterias invaden las células de la mucosa intestinal y dañan los tejidos) o bien para suprimir el estado de portador (es decir, cuando una persona tiene Campylobacter en su organismo y sigue diseminando las bacterias sin padecer los síntomas de la enfermedad).