La alimentación desempeña un papel muy importante en nuestra salud. A través de esta le proporcionamos al cuerpo los nutrientes que necesita para trabajar en óptimo estado y prevenir el desarrollo de enfermedades.
No obstante, no todos los alimentos cuentan con un valor nutricional de alta calidad y, por el contrario, hay algunos cuyos compuestos resultan perjudiciales si se consumen en grandes cantidades.
En las últimas décadas la dieta ha tenido cambios significativos por el incremento en el mercado de comidas industriales que ofrecen una alternativa más “fácil” de alimentación.
El gran problema que ha surgido es que muchos de estos pierden gran parte de sus propiedades y dejan de ser tan saludables para el cuerpo.
Aunque el mercado está invadido con este tipo de productos, en especial, los expertos en seguridad alimentaria aconsejan evitar al máximo.
1. Tomates enlatados
Muchos de los alimentos enlatados contienen BPA, un químico tóxico que se ha asociado con problemas reproductivos, daños neurológicos y el incremento del riesgo de varios tipos de cánceres.
2. Carnes procesadas
En los últimos años se ha demostrado que las carnes procesadas o embutidos contienen sustancias que perjudican a mediano y largo plazo la salud. En primer lugar, porque se fabrican con ejemplares criados en granjas en las que el animal se somete a tratamientos con hormonas de crecimiento, antibióticos y otros medicamentos de uso veterinario.
3. Brotes crudos
La alfalfa y otras raíces se han hecho bastante populares por el sabor que le aportan a los platos y su riqueza en propiedades. No obstante, en su forma cruda suelen contener E. Coli y otras bacterias que se proliferan con mucha facilidad al llegar al organismo.
4. Huevos crudos
Muchos deportistas consumen huevos crudos por la mañana como parte de su rutina para aumentar la masa muscular y resistencia física. ¿Lo haces? ¡Cuidado! En estos se han encontrado grandes cantidades de Salmonella, un grupo de bacterias que ocasionan graves infecciones gastrointestinales.