Cómo preparar jugos naturales seguros

El proceso de hacer zumo implica alterar la estructura original de la fruta, al romper sus paredes celulares. En ese momento se pone en marcha un proceso de oxidación y deterioro del sabor que hace que el jugo pierda rápidamente sus propiedades

Los azúcares de la pulpa de la fruta y los aceites que contiene su piel, además de dar al jugo su característico sabor, son también los protagonistas de la oxidación y la destrucción de aromas.

Sin embargo, es posible disfrutar de un jugo natural que mantenga sus propiedades sin necesidad de aditivos, como veremos a continuación:

  • Utilizar fruta de temporada y en su punto óptimo de maduración. Esto permitirá que puedas extraer mayor cantidad de jugo y con el máximo de sabor. Siempre antes de guardar en heladera lavar la fruta.
  • Lavar con agua potable las frutas, o sanitizar 10 minutos la fruta sumergida con 2 gotas de Lavandina por litro.
  • Enfríar la fruta antes de exprimirla. La oxidación se debe a la reacción al calor de las enzimas de la fruta. Bajar la temperatura 10 ºC disminuye esa actividad enzimática a la mitad.
  • Evitar la pulpa. Puede que seas de los que disfrutan la textura de la pulpa en el zumo, pero para una buena conservación, debes evitarla a toda costa. Las enzimas se sirven del tejido de la pulpa para el proceso de oxidación, por lo que un buen filtrado contribuye a conservar el zumo en mejores condiciones.
  • Añade un poco de limón. Si incorporas tres cucharadas de jugo de limón por cada litro, lograrás bajar el pH y disminuir así la oxidación.
  • Utiliza envases en buenas condiciones. Es imprescindible que las botellas que utilices estén perfectamente limpias y puedan cerrarse de forma hermética, siempre de único uso, por ejemplo de vidrio. NO plásticos pet, pep, o similares.