Los conservantes son ingredientes que se agregan a los alimentos para que duren más o tengan mejor sabor. Por ejemplo, los sulfitos utilizados en el vino y los nitratos utilizados en la carne. Sin embargo, agregar demasiado conservante a un alimento puede ser perjudicial para la salud humana, por lo que es fundamental seguir siempre las instrucciones al utilizar productos en conserva en su negocio.
El aumento de la vida útil es uno de los principales beneficios de los conservantes de alimentos, que se agregan durante el procesamiento de alimentos para limitar el crecimiento de microbios peligrosos. Los gérmenes microscópicos están en todas partes, pero algunos de ellos son peligrosos y pueden causar enfermedades. Los alimentos de alto riesgo como la carne, el marisco, los lácteos y el queso son un caldo de cultivo para microbios potencialmente peligrosos debido a su alto contenido de humedad. Por lo general, se necesitan conservantes para garantizar que estos productos de alto riesgo sean seguros para el consumo.
Conservantes de alimentos comunes
Los conservantes naturales son ingredientes que se encuentran en la naturaleza y no son sintéticos. Incluyen:
- Ácido ascórbico: es más conocido como vitamina C. Evita que el pan se eche a perder y se puede usar para agregar sabor cítrico a alimentos como los dulces.
- Ácido cítrico: Suele utilizarse para potenciar el sabor de alimentos como mermeladas o zumos.
- Vitamina E o tocoferoles: la vitamina E se encuentra naturalmente en nueces y semillas y se usa para prevenir el pardeamiento.
- Betanina: utilizada para colorear alimentos como helados, recubrimientos de azúcar o rellenos de frutas, la betanina es un compuesto que se encuentra en la raíz de remolacha y otros alimentos naturales con un pigmento rojizo.
Algunos de los conservantes más utilizados son sintéticos o artificiales. Éstos incluyen:
- Fosfato de calcio: se utiliza para espesar y estabilizar los alimentos y para evitar que se formen grumos en los productos horneados.
- Ácido sórbico: se encuentra de forma natural en las bayas y se utiliza en el vino, el queso y las carnes. También puede evitar que crezcan hongos y levaduras.
- Nitratos y nitritos: cuando ocurren naturalmente, estos pueden ser seguros. Sin embargo, por lo general, los nitratos / nitritos se usan en la carne para agregar color y preservar la vida útil.
- Ácido benzoico y benzoato de sodio: el ácido benzoico se encuentra naturalmente en algunas frutas y especias. Debido a que no es soluble en agua, a veces se usa benzoato de sodio en su lugar. Aunque ambos ayudan a limitar el crecimiento microbiano, el benzoato contiene pequeñas cantidades del carcinógeno benceno.
- Sulfitos: Usados para prevenir el pardeamiento, los sulfitos a menudo aparecen en las listas de ingredientes como dióxido de azufre, metabisulfito de potasio, metabisulfito de sodio, metabisulfito de sodio, sulfito de sodio o bisulfito de sodio. Los sulfitos evitan que los frutos secos se pudran y se utilizan para conservar los jugos de frutas y el vino. Se consideran seguros, pero pueden afectar a las personas que padecen asma, incluso causando ataques de asma graves en raras ocasiones.
- EDTA: muchas salsas, alimentos enlatados y bebidas carbonatadas contienen EDTA, que significa ácido etilendiaminotetraacético. Se considera seguro y ayuda a evitar que los alimentos se oxiden, un proceso que puede cambiar la apariencia y el sabor de los alimentos y hacer que los alimentos se pudran.
- BHT y BHA: al igual que el EDTA, estos conservantes previenen la oxidación. El hidroxitolueno butilado y el hidroxianisol butilado son en realidad antioxidantes, sustancias que pueden prevenir o retrasar el daño a las células causado por los radicales libres, y se consideran seguros en cantidades limitadas. El BHA es de textura cerosa y el BHT es un polvo, y aparece en cereales, patatas ralladas deshidratadas y bebidas.