Los mariscos, como el pescado son buenas fuentes de proteínas, ácidos grasos Omega-3 y otros nutrientes esenciales que lo convierten en una opción saludable como parte de una dieta equilibrada.
Sin embargo, como con cualquier otro tipo de alimentos, es importante manipular los mariscos de manera segura para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos. Como punto de partida siempre compre mariscos de un proveedor de confianza y verifique que estén frescos, que no muestren signos de deterioro y que se muestren o entreguen a una temperatura segura (5 ° C o menos).
Cómo almacenar los mariscos:
- en el heladera a 5 ° C o menos
- en el congelador a -15 ° C o menos
- use mariscos frescos dentro de dos días
Recuerde que los mariscos son un alérgeno alimentario común, así que manténgalos en los envases originales en los que fueron entregados, lejos de otros tipos de alimentos para evitar la contaminación cruzada.
Descongele los mariscos congelados gradualmente colocándolos en la heladera durante la noche. Si tiene que descongelar mariscos rápidamente, use la configuración de descongelamiento en su microondas y detenga el ciclo cuando los mariscos aún estén helados pero flexibles.
En el momento de la preparación y/o cocción:
- Use tablas de cortar y utensilios separados para preparar mariscos crudos y cocidos.
- Limpie y desinfecte todas las superficies, equipos y utensilios antes y después de la preparación.
- Lávese bien las manos antes y después de manipular mariscos.