Los huevos son una proteína versátil, conveniente y nutritiva y forman parte de innumerables comidas en todo el mundo. Sin embargo, se consideran de alto riesgo cuando se trata de intoxicación alimentaria, específicamente cuando está crudo o poco cocido.
La salmonella en los huevos es responsable de muchos de los casos de enfermedades transmitidas por alimentos. Las bacterias pueden contaminar la yema, la clara o la cáscara del huevo. A menudo, un huevo contaminado no se verá, olerá ni sabrá de manera diferente, por lo que es casi imposible de detectar.
Muchas comidas populares contienen huevos ligeramente cocidos o incluso crudos, por lo que tienen un alto riesgo de causar enfermedades transmitidas por los alimentos. Se recomienda que cocine bien todos los alimentos que contengan huevos y evite los alimentos que contengan huevos poco cocidos, como mayonesa y aderezos para ensaladas. También es importante no probar nada que contenga huevos crudos cuando cocine, por ejemplo, masa para tortas.
Para disfrutar de los huevos de manera segura, se recomienda que compre huevos limpios y sin grietas. Debe mantenerlos frescos, preferiblemente por debajo de 5 ° C. Además, asegúrese de que al romper el huevo, la yema de huevo o la clara no toquen el exterior de la cáscara antes de entrar en el plato.