En esta época del año solemos comer más a menudo variadas ensaladas. Debido a que las verduras de hoja verde y los vegetales a menudo se comen crudos, los contaminantes nocivos que los afecten no se eliminarán en el proceso de cocción.
Las bacterias como E. coli pueden vivir en el suelo donde crecen las verduras y pueden dejar rastros fácilmente en ellas. El agua y los animales contaminados también pueden transferir sustancias nocivas a los alimentos en cualquier momento durante la cadena de suministro.
El lavado de las verduras de hojas verdes no solo reduce el riesgo de que haya bacterias dañinas, sino también cualquier pesticida químico que aún pueda estar en los alimentos. Siempre asegúrese de que antes de comerlas, las verduras de ensalada estén bien lavadas.
El primer paso en la preparación de verduras frescas, ya sean orgánicas o convencionales, compradas en la feria o en un supermercado, que se sirven cocidas o crudas, es lavarlas adecuadamente.
Así debe ser:
- Primero y principal, tener las manos limpias. Lavarse las manos durante 20 segundos o más con jabón y agua tibia.
- Cortar las áreas dañadas de las hojas o los tallos.
- Si las verduras de hoja verde no están etiquetadas como «prelavadas» o «listas para comer», debemos lavarlas con agua corriente antes de cortar. Esto ayudará a reducir la presencia de microorganismos.
- Después de lavar verduras frescas, séquelas con toallas de papel, o use una centrifugadora para ensalada para ayudar a eliminar el exceso de líquido.