Desde el año 1994 se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Veganismo, el 1 de noviembre - por iniciativa de Louise Wallis, presidente de la Sociedad Vegana del Reino Unido - una fecha que promueve una alimentación más sana, pero sobre todo, una alimentación libre de productos de origen animal.
Se celebra para dar a conocer a la sociedad una filosofía de vida basada en el respeto hacia todos los animales en nuestra alimentación, experimentación, entretenimiento y vestimenta.
La carne es un alimento insustituible que aporta numerosos nutrientes, empezando por sus proteínas, que son de alto valor biológico. Esto significa que contienen todos los aminoácidos que necesitamos ingerir a través de la dieta, lo que no ocurre con las de origen vegetal.
Pero ¿es más ético y ecológico un proceso productivo que se basa en extraer células vivas de un animal (su hábitat natural) para que proliferen en un entorno de laboratorio (totalmente ajeno), en el que con frecuencia se utilizan factores de crecimiento como el suero fetal bovino (FBS), que la ganadería tradicional para producir carne? ¿No resulta paradójico que se señale el bienestar animal como otro de los rasgos identificativos de estas empresas, cuando indican que esta forma de producción no precisa de animales?
La carne cultivada en laboratorio: ¿la opción alimentaria del futuro?
Argentina es el primer país en Latinoamérica en la producción de carne artificial, donde se busca una opción que provea de proteína de origen animal a la dieta de los seres humanos, que sea amigable con el medio ambiente y sin el costo del animal.
El 2 de julio de 2021 se transformó en un día histórico, no solo para B.I.F.E., sino también para la seguridad alimentaria mundial del futuro, dado que se llevó a cabo la primera degustación de carne cultivada, la cual estuvo en manos de Juan A. Craveri, Fundador de B.I.F.E y Presidente de Laboratorios Craveri.
El evento tuvo lugar luego de cinco años de trabajo basados en dos décadas de experiencia, dado que B.I.F.E. -Bio Ingeniería en la Fabricación de Elaborados-, nació en el año 2016 de la mano de la División de Bioingeniería de Laboratorios Craveri. Así, se dio inicio a la start-up que utiliza técnicas de cultivo celular para desarrollar un sustituto de la producción de carne tradicional, que presenta amplias ventajas en materia de salud, medioambiente y sustentabilidad.
La primera degustación de B.I.F.E., se elaboró con carne cultivada bovina. Al cultivarse sólo el músculo y no el tejido adiposo (grasa) que le aporta sabor y sin la sangre que le aporta color a la carne tradicional, hizo falta sazonar a este tejido cultivado. Para ello, se utilizaron condimentos diversos, similares a los utilizados al preparar una hamburguesa casera.
La producción de carne cultivada se consolida para llevar una solución al problema de la falta de alimentos para la creciente población futura y la producción sustentable de productos alimenticios de origen animal, a partir de cultivos celulares que no requieran sacrificio animal.
Además sus características organolépticas - aunque son muy similares a las de la carne real - todavía no se han conseguido igualar (que es el objetivo final), así que la investigación no ha concluido. La ingesta de un producto basado en la multiplicación celular acelerada genera muchas dudas dentro de la industria cárnica en torno a su seguridad e inocuidad, sobre todo a medio y largo plazo. ¿Cómo va a interactuar con nuestras células este tejido cultivado que parte de células madre pluripotentes con capacidad tumoral?, se preguntan tanto en el sector cárnico como fuera de él.
En la comunidad científica internacional existe preocupación sobre el uso de ciertos tipos de células: «hay que tener en cuenta que se trata de ingerir tejido vacuno que parte de células vivas pluripotenciales con capacidad tumoral y mantenidas con factores de crecimiento y agentes con capacidades no testadas para su consumo» explica Manuel Collado, científico especializado en células madre en cáncer del Hospital Clínico de Santiago de Compostela.
FUENTE: www.iproup.com