Científicos de Inglaterra han hecho un descubrimiento importante sobre Vibrio parahaemolyticus, una bacteria Vibrio marina que causa gastroenteritis a través del consumo de mariscos crudos o poco cocidos.
Los científicos descubrieron que ciertas células en Vibrio parahaemolyticus se vuelven inactivas en condiciones de crecimiento deficientes (por ejemplo, temperaturas frías), permanecen en un estado de hibernación durante largos períodos de tiempo y luego resucitan cuando las condiciones de crecimiento son favorables nuevamente. Por lo general, la mayoría de estas bacterias mueren en malas condiciones de crecimiento, pero estas subpoblaciones permanecen inactivas y reviven después de la hibernación.
Los resultados del experimento revelaron que algunas de las células inactivas de Vibrio parahaemolyticus pueden permanecer en estado de hibernación durante largos períodos y revivir más de dos semanas después de su formación. Algunas células pudieron revivir hasta 50 días después de la hibernación. Estas células pueden revivir tan pronto como mejoran las condiciones de crecimiento y pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos a pesar de haber estado inactivas.
Este descubrimiento también reveló que hay una enzima que juega un papel en la latencia. La enzima lactato deshidrogenasa descompone el ácido láctico en piruvato. Esto significa que esta enzima lactato deshidrogenasa puede ayudar a mantener las células inactivas, lo que resultará útil en la prevención de la reanimación celular.
¿Qué significa esto para la seguridad alimentaria?
Los resultados del experimento generan preocupaciones con respecto a la seguridad alimentaria en la industria pesquera. La mayor preocupación es que cuando las células de Vibrio parahaemolyticus permanecen inactivas, son mucho más difíciles de detectar. Esto se debe a que cambian de forma, reducen sus actividades respiratorias y no crecen como bacterias saludables en placas de agar. Esto significa que los mariscos contaminados pueden pasar desapercibidos por los métodos utilizados para garantizar la seguridad alimentaria.
También existe la preocupación de que la verdadera carga bacteriana en una muestra pueda subestimarse, ya que las células inactivas no pueden detectarse mediante pruebas de detección microbiológicas de rutina.
Con esta preocupación en mente, los científicos continuarán realizando investigaciones sobre este tema e investigarán más sobre el papel de la enzima lactato deshidrogenasa para mantener las células inactivas.