La mayoría de nosotros desconfiamos del pollo crudo y la comida china, pero rara vez nos detenemos a pensar en los peligros de la seguridad alimentaria que acechan en la mayoría de los frigoríficos. Los huevos crudos, y los platos hechos con ellos, son responsables de más incidencias de intoxicación alimentaria de lo que usted podría pensar.
Los huevos crudos pueden presentar un mayor riesgo de contraer salmonela. Cocinar los huevos a fondo matará cualquier bacteria transferida, por lo que esta es la opción más segura para las mujeres embarazadas, los niños, los ancianos y cualquier persona que sufra una enfermedad o un sistema inmunitario comprometido. Sin embargo, la mayoría de nosotros no tenemos que renunciar por completo a los huevos crudos naturales.
Obtener huevos de una fuente confiable, almacenarlos en la heladera y usarlos antes de su fecha de vencimiento puede minimizar los riesgos de intoxicación por alimentos.
Consejos para manejar los huevos:
- Nunca use huevos rotos.
- Lave los huevos.
- Los platos de huevo crudo se sirven frescos.
- Haga pequeñas cantidades que puedan consumirse el mismo día.
- Lávese las manos después de tratar con huevos, y siempre use utensilios de cocina frescos para evitar la contaminación cruzada.
- Asegúrese también de limpiar bien las superficies y los utensilios que puedan haber estado en contacto con las cáscaras de huevo.