Implementar el MIP en restaurantes, fábricas y otros espacios donde se manipulan alimentos

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es una estrategia fundamental en el control de plagas que va más allá del uso de productos químicos, priorizando la prevención y métodos sostenibles.

En esta nota, abordaremos la importancia de un correcto control de plagas mediante MIP en el sector alimentario, detallando cómo esta metodología combina prácticas culturales, mecánicas, biológicas y, solo cuando es estrictamente necesario, químicas, para mantener bajo control las poblaciones de plagas sin dañar el medioambiente ni comprometer la seguridad alimentaria.

Implementar el MIP en restaurantes, fábricas y otros espacios donde se manipulan alimentos no solo protege los productos de la contaminación, sino que también cumple con normativas de higiene y seguridad alimentaria, mejorando la confianza del consumidor y reduciendo riesgos sanitarios. Además, este enfoque contribuye a la sostenibilidad, minimizando el uso de pesticidas y promoviendo prácticas responsables.

Todo programa de Control de Plagas debe contemplar, para su éxito, los siguientes aspectos:

PREPARACIÓN

Se basa en acciones de:

Inspección de las condiciones edilicias del establecimiento.
Inspección de saneamiento ambiental.
Estos datos se vuelcan en una planilla confeccionada donde se detallan las deficiencias observadas.

EJECUCIÓN

Medida de control y prevención

Control Indirecto: eliminando las deficiencias edilicias y de mal saneamiento, esto entendemos como el Fenómeno de NO Inclusión, las plagas necesitan de condiciones favorables para sobrevivir y multiplicarse, una forma natural de control y amigable con el medio ambiente, es impedir estas condiciones, este espacio tratara de aportar todo tipo de sugerencias, para detener e impedir que las condiciones sean favorables a las plagas.
Control Directo: es el combate directo de las plagas por medio de productos Quimicos o Físicos.
Utilizamos exclusivamente productos de probada eficacia y baja toxicidad.