Una manipulación incorrecta o la mala conservación pueden contaminar un alimento y provocar una intoxicación alimentaria a los que lo consuman.
La intoxicación alimentaria puede ser causada, entre otros, por:
- Staphylococcus aureus
- E. coli (enteritis)
- Salmonella
- Shigella
- Campylobacter
- Clostridium botulinum (botulismo)
- Vibrio cholerae (cólera)
- Hongos
- Listeria
- Bacillus cereus
- Anisakis simples
- Yersinia
Los síntomas generales de las intoxicaciones alimentarias pueden ser:
- Molestia abdominal vaga, o dolor abdominal.
- Náuseas, vómitos o diarrea.
- Pérdida del apetito y pérdida de peso.
Cómo disminuir el riesgo de intoxicación por alimentos:
- Enseñe a todos los miembros de su familia a lavarse las manos cuidadosa y frecuentemente, en especial después de ir al baño, antes de tocar los alimentos y después de tocar alimentos crudos. Use jabón y agua tibia, y refriegue durante al menos 15 segundos.
- Lave con agua caliente jabonosa todos los utensilios, las tablas de cortar y las superficies que utilice para preparar las comidas.
- No sirva leche sin pasteurizar ni alimentos que contengan leche sin pasteurizar.
- Lave todas las verduras y las frutas crudas que no pueda pelar.
- Mantenga los alimentos crudos (especialmente carnes de res, de ave y mariscos) alejados del resto de los alimentos hasta tanto estén cocidos.
- Consuma lo antes posible los alimentos perecederos o cualquier alimento que tenga fecha de vencimiento.
- Cocine todos los alimentos de origen animal hasta que alcancen una temperatura interior segura. En el caso de la carne de res y de cerdo molida, esto significa por lo menos 160 °F (71 °C). En el caso de los cortes de carne enteros, la temperatura segura es 145 °F (63 °C). Para el pollo y el pavo (molidos y enteros), la temperatura mínima es 165 °F (74 °C). Cocine los huevos de gallina hasta que la yema esté firme. Por lo general, es seguro comer pescado cuando este alcanza una temperatura de 145 °F (63 °C).
- Descongele los alimentos en un microondas o en agua fría. Los alimentos jamás deben descongelarse a temperatura ambiente.
- Si el alimento está vencido, tiene un sabor raro o un olor extraño, no lo consuma.
- No beba el agua de los pozos de agua no potable.