Irradiar los alimentos tiene los mismos beneficios que cuando se calientan, refrigeran, congelan o tratan con productos químicos, pero sin cambiar la temperatura ni dejar residuos. La técnica controla el deterioro y los microorganismos patógenos transmitidos por los alimentos o las plagas de insectos sin afectar significativamente el sabor o el olor.
Después de muchos años de investigación y el desarrollo de estándares nacionales e internacionales, más de 60 países en todo el mundo tienen regulaciones que permiten el uso de irradiación para uno o más productos alimenticios. La irradiación destruye las bacterias y reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Si bien no es necesario esterilizar los alimentos, todavía es necesario manipularlos y cocinarlos correctamente, la irradiación los mantiene como "limpios" e inhibe el deterioro, lo que permite conservar los alimentos por más tiempo, al tiempo que garantiza un mayor nivel de seguridad y calidad.
La irradiación también es un método viable de control de plagas, que proporciona seguridad fitosanitaria para los productos frescos comercializados al evitar que los insectos y otras plagas se desarrollen y reproduzcan. De hecho, es esta capacidad para controlar plagas, incluidas las de importancia cuarentenaria, lo que ha llevado a muchos países a introducir aplicaciones de irradiación.
Las normas de irradiación de alimentos apoyan el comercio internacional
La irradiación se ha aceptado ampliamente como un tratamiento postcosecha probado y eficaz para reducir la contaminación bacteriana, retrasar el deterioro y mantener la calidad de los alimentos. Previene la brotación y la maduración prematura, y actúa como tratamiento fitosanitario para el control de plagas de insectos en frutas y verduras. La irradiación de alimentos implica radiación ionizante y utiliza rayos X, rayos gamma o haces de electrones de alta energía.
Cabe recordar que en 2003, la Comisión del Codex Alimentarius, un organismo establecido por la FAO y la Organización Mundial de la Salud en 1963 para desarrollar normas alimentarias internacionales armonizadas, publicó dos documentos históricos en el campo de la irradiación de alimentos: la Norma General del Codex para Alimentos Irradiados y la Norma Internacional Recomendada Código de prácticas para el procesamiento de alimentos por radiación.