La política de seguridad alimentaria debe implementarse de manera global e integrada para garantizar que los alimentos sean seguros, nutritivos y de alta calidad en todas las etapas de la cadena alimentaria. Este enfoque abarca desde la producción agrícola inicial hasta que los alimentos llegan al consumidor final.
Principales Aspectos de una Política Integral:
- Cobertura en toda la cadena alimentaria: Desde la granja, el procesamiento, la distribución, hasta el consumo, cada etapa debe contar con controles específicos para prevenir riesgos.
- Involucramiento de todos los sectores: Tanto la agricultura, la ganadería, la industria alimentaria, como los minoristas y los consumidores deben trabajar alineados bajo principios de inocuidad y sostenibilidad.
- Control en fronteras y comercio internacional: Es fundamental garantizar que los alimentos importados y exportados cumplan con los estándares de seguridad exigidos.
- Participación en foros internacionales: La cooperación global y la armonización de normativas ayudan a enfrentar desafíos comunes como la contaminación alimentaria y las crisis sanitarias.
- Ciclo de políticas basado en evidencia: Las decisiones deben fundamentarse en datos científicos confiables y actualizarse de manera constante según los avances tecnológicos y las nuevas investigaciones.
Este planteamiento integral no solo protege la salud pública, sino que también refuerza la confianza en los sistemas alimentarios, promoviendo el desarrollo sostenible y la competitividad económica.