Los alimentos a base de carne cruda se están volviendo más populares entre los dueños de perros, debido a la creencia de que una dieta de alimentos crudos puede ser más natural y saludable para algunas razas de perros. Sin embargo, ¿podría la comida cruda para perros ser realmente dañina tanto para los perros como para sus dueños.
Algunas personas se refieren a esta dieta con el acrónimo "BARF", que significa "alimentos crudos biológicamente apropiados" o "huesos y alimentos crudos".
El cirujano veterinario Ian Billinghurst promovió inicialmente esta dieta. Argumentó que los perros, y algunos otros animales, naturalmente deben comer una selección de alimentos exclusivamente crudos. Sin embargo, un estudio reciente advierte que los alimentos a base de carne cruda disponibles comercialmente son potencialmente peligrosos tanto para los perros como para sus dueños.
Los investigadores que realizaron este estudio, de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas y el Instituto Nacional Veterinario, ambos en Uppsala, Suecia, explican que los productos cárnicos crudos no reciben ningún tratamiento térmico antes de la congelación.
Esto, temen, podría significar que estos alimentos terminen albergando diferentes especies de bacterias dañinas. Para averiguar si este es el caso, el equipo recolectó y analizó muestras de 60 productos cárnicos crudos diferentes de 10 empresas distintas en Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania e Inglaterra.
Todos los productos a base de carne cruda que analizaron los investigadores estaban disponibles como alimento para perros y cada uno contenía uno o más de los siguientes ingredientes:
- carne cruda
- huesos comestibles
- órganos de ganado, pollo, cordero, pavo, cerdos, patos, renos o salmón
- algunos de los alimentos crudos también contenían vegetales, fibra vegetal y minerales.
El primer autor del estudio, Josefin Hellgren, y sus colegas analizaron las muestras para detectar bacterias que pueden ser peligrosas tanto para perros como para humanos. Buscaron específicamente bacterias pertenecientes a las especies de Enterobacteriaceae, así como especies de Clostridium perfringens, Salmonella y Campylobacter.
Descubrieron que todas las muestras de alimentos crudos contenían especies de Enterobacteriaceae, que típicamente indican contaminación fecal. Además, hasta 31 (52%) de los productos alimenticios contenían un nivel de bacterias muy superior al umbral máximo de seguridad de la Unión Europea de 5.000 bacterias por gramo.
Aún así, la mayoría de las especies bacterianas en las muestras de alimentos crudos normalmente no causan infecciones, señalan los investigadores. Sin embargo hay algunas excepciones. Uno de ellos es Escherichia coli, que estaba presente en aproximadamente un tercio de las muestras que analizaron los investigadores. También estaban presentes otras bacterias que indican contaminación fecal y mala higiene. Uno de ellos, C. perfringens, apareció en 18 (30%) de los productos alimenticios. En dos de estas muestras, la bacteria estaba presente en cantidades que excedían los límites de seguridad de Suecia.
La salmonela también estuvo presente en cuatro (7%) de los productos alimenticios crudos para perros, mientras que la especie Campylobacter apareció en tres productos de diferentes compañías. Ambos tipos de bacterias son transmisibles de animales a humanos y pueden causar infecciones en ambos.