Manipulación higiénica de alimentos - Código alimentario Argentino (Capítulo XXI)
“Si formas parte del personal de fábricas y comercios de alimentación, debes contar con Libreta Sanitaria Nacional Única expedida por la Autoridad Sanitaria Competente y con validez en todo el territorio nacional, cualquiera fuese tu ocupación. En este Código, se determina que la Dirección de la empresa, dentro del plazo de 1 año deberá efectuar la capacitación primaria del personal involucrado en la manipulación de alimentos, materias primas, utensilios y equipos a través de un curso instructivo. Para que esto pueda llevarse a cabo, los cursos podrán ser dictados por capacitadores de entidades Oficiales, Privadas o los de las empresas, según lo expuesto por dicho Código.”
Un manipulador de alimentos es todo aquel del que depende que la manzana que me voy a almorzar me llegue a mí, consumidor final, en perfecto estado, sin golpes, sin plaguicidas, sin gusanos, sin microorganismos patógenos. Los alimentos que utilizamos habitualmente y las materias primas con las que se elaboran muchos productos vienen de lejos.
Y nosotros, los consumidores finales, tenemos la confianza, la certeza, de que lo que nos vamos a comer está en perfecto estado, nos va a alimentar y no nos va a provocar ningún mal, ¿no? En realidad, en eso consiste la Seguridad Alimentaria: cuando el consumidor elige un producto, lo hace según sus deseos, sus gustos y necesidades. Nunca elegimos un alimento pensando si es seguro, si ha sido tratado higiénicamente, o el del reparto lo ha puesto en el suelo.
¿Cuando nos da por pensar esas cosas? Cuando viajamos al extranjero y vemos otras maneras de procesar, tratar, exponer y vender los alimentos que no son a las que estamos acostumbrados: puestos callejeros, carne de animales que aquí no comeríamos ni aunque fuese lo único disponible, presencia habitual de plagas, etc. Ahí si podemos ser conscientes de la seguridad y la higiene.
La Seguridad Alimentaria es todo ese conjunto de medidas, leyes, planes preventivos, etc. que consiguen que el consumidor no sólo coma alimentos inocuos, si no que además no piense en ello nunca. Y una persona que trabaje en la cadena alimentaria debe ser consciente de su responsabilidad. No porque lo diga el encargado o lo mande el inspector de sanidad, no.
Por que tu trabajo es garantizar que los alimentos que pasen por tus manos lleguen a la siguiente fase en perfecto estado. Y para eso el trabajador de la industria alimentaria debe saber qué es un microorganismo y cómo los arrastramos de un sitio a otro, qué es una enfermedad de transmisión alimentaria, la diferencia entre quitar las migas y matar las bacterias, porqué hay que aclarar a 82ºC, qué significa que un envase se hinche, etc.