Como consecuencia del COVID-19 muchas empresas de servicios de alimentos, como restaurantes y bares, han cerrado temporalmente y eso está teniendo efectos ondulantes en la industria alimentaria en general.
Estos son algunos de los posibles cambios que podría atravesar la industria alimentaria después de la pandemia.
Durante la pandemia de COVID-19, el público en general se educa cada vez más sobre la contaminación cruzada y desconfía del comportamiento de los demás. Se anticipa que este conocimiento conducirá a una disminución en la demanda de comida estilo buffet o autoservicio después de que cese la crisis de coronavirus. Simultáneamente, podría haber una creciente demanda de alimentos preparados y manejados por personas con un sólido conocimiento de la seguridad alimentaria.
Menos buffets e instalaciones de autoservicio
Se sabe que los buffets y los alimentos de autoservicio aumentan los riesgos de seguridad alimentaria debido a que el público en general es responsable de servirse en estos establecimientos. Los miembros del público en general no están capacitados en seguridad alimentaria y pueden causar riesgos para la seguridad alimentaria. Además, los utensilios y equipos son tocados por varias personas, lo que aumenta el riesgo de contaminación biológica y cruzada de los alimentos. El gran volumen de personas cercanas a la comida también aumenta el riesgo de patógenos.