Los microplásticos son muy frecuentes en los mariscos debido a la gran cantidad de ellos en el océano. La investigación encuentra constantemente microplásticos en una amplia variedad de animales, tanto en los océanos como en los ríos que desembocan en los océanos.
Por ejemplo, un estudio de 2020 de dos especies de peces en un río encontró que el 100% de estos peces tenían microplásticos en sus cuerpos.
Los plásticos, y especialmente los microplásticos, pueden subir por la cadena alimentaria. Cuanto más cerca esté un animal de la parte superior de la cadena alimentaria, es más probable que coma muchos microplásticos.
Esto ocurre porque los animales más pequeños comen plásticos, luego los animales más grandes se comen a esos animales y los animales más grandes nuevamente comen esos animales, todo lo cual permite que los niveles de microplásticos continúen acumulándose. Los humanos, en la parte superior de la cadena alimentaria, pueden comer animales contaminados con plástico.
¿Existen riesgos para la salud por comer mariscos contaminados con plástico?
Los investigadores aún no conocen completamente los efectos del consumo de mariscos contaminados con plástico en la salud humana. Puede llevar décadas comprender completamente los efectos de los microplásticos, ya que algunos pueden ser acumulativos y aparecer sólo después de varios años.
También es difícil controlar los estudios sobre los efectos de los microplásticos, ya que las personas pueden tener exposición a microplásticos de otras fuentes además de los mariscos.
La fuente confiable de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aún no ha desarrollado una guía o un límite sobre el consumo de muchas fuentes de microplásticos, por lo que la cantidad de contaminación en diferentes tipos de mariscos puede variar.
Algunos efectos potenciales de comer mariscos contaminados con microplásticos incluyen:
- Estrés oxidativo: este es un desequilibrio entre los antioxidantes y los radicales libres dañinos en el cuerpo. Esto puede tener implicaciones de gran alcance para la salud de una persona, incluido el aumento del riesgo de problemas de salud graves, como cáncer y ataque cardíaco.
- Efectos neurotóxicos: la exposición a los plásticos puede dañar las neuronas, aumentando el riesgo de problemas de salud cerebral como la demencia.
- Disrupción endocrina: El plástico puede ser un disruptor endocrino, lo que significa que puede cambiar la forma en que se comportan el sistema endocrino y las hormonas que controla. Esto puede afectar la fertilidad, el comportamiento y la salud en general.
- Daño a la tiroides: la exposición a microplásticos puede dañar la tiroides. La tiroides regula varias funciones importantes y juega un papel en el control de las hormonas que afectan la fertilidad.
- Cáncer: la exposición a los plásticos también puede aumentar el riesgo de cáncer. Esto puede suceder debido a los efectos directos de la exposición crónica al plástico o debido a otras formas de daño que los plásticos pueden causar. Por ejemplo, el estrés oxidativo es un factor de riesgo de cáncer.
El plástico no es la única forma de contaminación presente en los océanos. Numerosos otros contaminantes pueden dañar a los animales, contaminar el suministro de alimentos y destruir los ecosistemas.