Una iniciativa suiza pretende prohibir completamente los pesticidas sintéticos. Pero ¿puede funcionar el sistema solamente con agricultura ecológica? Ecologistas, agricultores y empresas químicas no se ponen de acuerdo.
El viticultor Jean-Denis Perrochet y su familia empezaron a trabajar exclusivamente con métodos de agricultura ecológica en 2012. No utilizan pesticidas químicos, herbicidas ni fertilizantes sintéticos. En su lugar, enriquecen el suelo con compost casero y eliminan mecánicamente las malas hierbas.
"Trabajamos de forma más saludable. Esa es la ventaja de estos métodos. No esparcimos veneno”, dice Perrochet. "Antes, con las pulverizaciones sintéticas, existía la sensación de que no era bueno para la salud ni para el medioambiente”, señala. Perrochet admite que el cambio a la agricultura ecológica complica un trabajo ya de por sí difícil. Pero está convencido de que todos los agricultores pueden prescindir de pesticidas. Por eso, el viticultor y sus compañeros de campaña lanzaron en 2016 la iniciativa "Por una Suiza sin pesticidas sintéticos”.
La agricultura intensiva con plaguicidas protege a las plantas de plagas y enfermedades, aumenta el rendimiento y permite alimentar a más personas que nunca antes en la historia de la humanidad. Pero a menudo se hace a costa del medioambiente. Esto se debe a que los plaguicidas tienen un efecto negativo sobre los insectos, ya sea porque los dañan directamente, o indirectamente porque eliminan las malas hierbas indeseables que son fuente de alimento y refugio para ellos. Si disminuyen los insectos, también lo hacen las aves que se alimentan de ellos. El viento y la lluvia esparcen los plaguicidas por ríos, lagos y otros hábitats, y los estudios demuestran una disminución extrema de la biodiversidad en los límites de las tierras de cultivo.
Los científicos se preguntan si es posible prescindir por completo de los pesticidas sintéticos y, a su vez, garantizar la seguridad alimentaria mediante la agricultura ecológica. Agroscope, el centro de investigación de la Oficina Federal de Agricultura de Suiza, ha investigado qué pesticidas sintéticos de alto riesgo podrían ser sustituidos. Algunos de estos pesticidas podrían eliminarse fácilmente, pero no todos, concluye el estudio. Los viticultores y fruticultores tendrían pocas dificultades para adaptarse, pero el cultivo de la remolacha azucarera, el maíz y la colza sería extremadamente difícil, si no imposible.
¿Cambio progresivo hacia una agricultura ecológica?
En el camino hacia un futuro sin pesticidas, una pequeña comunidad del norte de Italia quiere pasar a la agricultura ecológica y fue noticia internacional en 2014. En un referéndum, el pueblo de Mals decidió prohibir el uso de pesticidas en todo su territorio. Solo se permitirán los plaguicidas biodegradables. Un tribunal acabó anulando la decisión después de que varios propietarios se opusieran. Pero el gobierno local planea apelar esa sentencia.
Las encuestas muestran que la prohibición de los pesticidas en Suiza tiene muy pocas posibilidades de ser aprobada. No obstante, activistas, como el viticultor Perrochet, esperan que el debate público sirva al menos para que los agricultores se replanteen la cuestión y la agricultura ecológica siga floreciendo. Y es que las investigaciones coinciden en una cosa: cuanto más ecológica sea la agricultura, mejor será para la biodiversidad.